31 de agosto de 2014

Reflexiones de la tarde del domingo del último día de Agosto.

Hay una pregunta que probablemente los adolescentes nos planteemos mucho más que el "de dónde surgió el mundo" o "hacia dónde vamos" que es : "¿Quiénes somos y quiénes queremos ser?".

Cometemos el grandioso error de comenzar a enumerar cuántos amigos tenemos y cuánto queremos a nuestros familiares, qué notas hemos sacado o cuántas fiestas gordas nos hemos pegado (o perdido) este verano y quizá el anterior. De pronto, comienzas a pensar la de risas y llantos que has superado hasta ahora o cuantas veces has pensado que era el fin. Tendemos a compararnos con algo que nos haya marcado hasta ahora; quizá una serie, un libro, una película o quizá una canción. ¿Sabéis a lo que me refiero, verdad? 
Comenzamos a echar de menos momentos, aquella vez que deseabas con tantas ganas un juguete que finalmente obtuviste seis meses después; ¿cuánto hace que no sentimos tal ilusión? ¿cuánto hace que no disfrutamos de algo de forma exagerada como hacen los niños? 
Yo creo que el error reside, principalmente, en que las generaciones de ahora tienden a crecer demasiado rápido. Bueno, corrijo : a "crecer" muy rápido. 
Decidme, ¿cuándo fue la última vez que oísteis a gente de vuestra generación decir lo bien que lo habían pasado viendo una peli en casa y jugando a las cartas y acaba picados hasta la madrugada cantando en el karaoke? A mí, me da la sensación de que estamos dejando de disfrutar cosas que son el momento de disfrutar por pretender llega más allá, ¿acaso no habrán fiestas continuamente? ¿días de sobra para poder salir y beber hasta perder la noción de la realidad? (Cosa que personalmente no me parece apasionadamente divertido) Quiero decir que somos jóvenes y tenemos que aprovechar esta juventud pero si lo importante es disfrutar con los amigos no entiendo la tremenda obsesión de basar el 100% de nuestro tiempo libre y nuestra diversión en salir y beber. Que dejo claro una cosa, no hay nada como salir de fiesta con mis amigas y pasármelo bien en fiestas con ellas. Pero simplemente creo que las amistades de verdad se basan en algo más que cuidar a amigas/os borrachos que no saben ni dónde están. (Por suerte tengo amigos polivalentes con los que comparto todo tipo de momentos).

Personalmente, si la pregunta de quién soy me resultaba difusa de por sí, el hecho de sentirme excluida de las personas con las que, supuestamente, más afinidad debería sentir, no es que ayude demasiado a contestarme. 
Al final me acabo dando cuenta de que poco importa lo que haga mi generación o la anterior (o posterior); que la pregunta quién soy sólo me incumbe a mí. Teóricamente, la persona se divide en cuerpo y mente (en realidad, hay un debate abierto sobre ello así que supongo que esa afirmación es errónea) que personalmente, prefiero afirmar que están conectadas entre sí (y si no, que nos lo cuenten a las personas que cada vez que nos afecta algo emocionalmente es nuestro cuerpo el que reacciona visiblemente) la cuestión es que, como persona individual que soy, no necesito a nadie para definirme. Por no hablar de que lo que me definen son mis actos y no mis palabras (o eso dicen). Aunque es muy irónico porque lo que viene siendo actuar se me da catastróficamente mal y lo que más resalta de mí es que, supuestamente, sé expresarme bastante bien. 

Si tuviera que resumir mi vida en dos ejes serían mis desgracias tipo telenovela (de éstas que dices : no puede ser cierto) y el desvivirme por ver sonreír a los demás (ahí incluyo el desvivirme también por estudiar para tener orgullosas y contentas a mi abuela y mi madre, aunque con mi abuela suelo fracasar, la mujer no es muy conformista, aunque bueno, supongo que como mi abuela que es quiere que aspire siempre a ser más alto... pero eso es otro tema). Este planteamiento me llevó a la conclusión de que debía de estudiar psicólogía, ¿hay carrera que se acerque más a esos dos ejes de mi vida? Supongo que ésto respondería a quíén soy, que quiero ser y además al por qué. Pero ha sido demasiado fácil. 

En las películas (o libros, series) cuando alguien conoce a alguien presume de saber exactamente qúe va a hacer o decir la otra persona; qué le gusta, qué detesta, qué piensa, qué... todo. Absolutamente todo. Y yo, yo soy capaz de hacer eso con todos mis amigos más allegados, aunque he de reconocer que la falta de confianza en mí misma me juega malas pasadas con las personas que más me importan porque decido no hablar... pero eso también es otro tema; el caso es que, no hay nadie que sea capaz de hacerlo (aunque mi mejor amigo se acerca bastante a eso). No digo que vaya a ser todo de película, pero me pregunto si es tan difícil llegar a tomar interés por conocer a una chica como yo. ¿Tan no-interesante soy? Es algo que jamás he entendido. 

Alicia, deja de hablar de los demás, comienza a hablar de ti...¿Quién crees que eres tú? 

*En blanco* 

¿Hay algo más triste que no saber qué decir de una misma porque todo sea malo? Quizá mi realidad es que soy un asco y no soy capaz de verlo.

Bienvenida a la realidad, Alice.

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