23 de agosto de 2014

¿Te quiero?


Caos, eso es lo que soy; una palabra, cuatro letras, un significado claro : soy un desastre.
Y es que creo que esa es la parte que más quiero de mí porque es lo que soy. Todos tienen algo que les hace destacar y yo destaco por ser un desastre.
Un desastre que consta de segura mente e inseguro corazón que siente una especie de pérdida constante del nivel normal de la realidad y que cree que la vida da tantas vueltas porque tiene insomnio por culpa de que las ovejas son inútiles... no hay ovejas que valgan para poder dormir.
 
Soy un desastre que piensa, no... que desea que ojalá seamos arrieritos sólo para poder encontrarnos en el mismo camino porque cree que eres la única persona que al darle la mano me robará un abrazo.
Después de todo yo no soy la reina de corazones, ella tiene tanto poder sobre ellos porque no sabe amar... para poseer un reino has de tener algo que no te haga flaquear porque si no el miedo te gobernará a ti, y yo... bueno, yo estoy acojonada pero como dijo el gato romántico al enamorarse por séptima vez : "De algo habrá que morir" y yo, yo moriría por un beso tuyo. Porque de todos mis cuentos y delirios tú eres el que ha mejorado su argumento porque tenías razón no se trata de querer, se trata de no dejar de hacerlo... pero yo, yo creo que querer para siempre es demasiado tiempo... yo sé que lo haré siempre pero no todo el tiempo.
Y es que a veces cuando la vida golpea fuerte hasta el punto en el que pienso "como caiga la gota que colma el vaso, me ahogo" ahí, llega tu sonrisa para echarme un pulso... y la muy jodida me gana.. me gana porque me hace sonreír tanto que me deja sin fuerzas y ahí caigo en que, para bien o para mal, sin ti, yo no. Y es que quiero escribir tu nombre en un árbol para darte a entender que quiero que formes parte de mi libro, aunque mentiría si te dijera que no lo haces desde el momento en el que te conocí, y es que contigo sólo puedo ser de las que ven el vaso medio lleno y se fija en lo vacío, en lo vacío de que estamos :
Tú, que de los finales felices te reías y yo, que con ellos soñaba;
Tú, que no sabías salir de Roma y yo, que todos los caminos me llevaban a tu boca;
Tú, que eras el rey de los puntos finales y yo, que era la reina de los suspensivos;
Tú, que me asemejarás con el cristal y yo, que pensaba que eras hielo... y aquí estamos coexistiendo juntos, pero separados.
Y como diría Vetusta Morla... "Maldita dulzura la tuya, maldita dulzura la mía, maldita dulzura la nuestra".

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